VINOS

Los vinos de la Rioja Alavesa en Sevilla

El pasado 7 de febrero de 2023, se presentaron en Sevilla cuatro vinos elaborados en la Rioja Alavesa. Esto corresponde a la iniciativa puesta en marcha por La Diputación Foral de Álava junto con Basque Culinary Center organizando una serie de comidas en el territorio español para dar a conocer el talento joven, la excelencia y la innovación de los nuevos productores que están emergiendo en la Rioja Alavesa.

Foto propia:  diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco,

Rioja Alavesa es una comarca vinícola que forma parte la D.O.Ca. Rioja y se extiende a lo largo de 300 km 2 al sur de la provincia de Álava. Situada en la margen izquierda del río Ebro, aguas arriba de Logroño y protegida al norte por los farallones de las sierras de Toloño, de la Peña y de Cantabria, que la resguardan de los fríos vientos del norte, se encuentra la subzona de la Rioja Alavesa. Inclinada hacia el Ebro, desde los 500 hasta los 380 metros de altitud se encuentran sus viñedos magníficamente expuestos al sol. Su clima se clasifica en seco-subhúmedo, es decir atlántico con influencias mediterráneas . La temperatura media anual oscila entre 12’6º y 13’2ºC y las lluvias varían entre 400 y 600 mm. La mayoría de su suelo es arcilloso-calcáreo.  Sus actuales 12.050 hectáreas de viñedo, producen vinos dominados por la Tempranillo, el 82% del cultivo, un 4% el resto de uvas tintas y el 14% para la viura y otras cepas blancas. Así, sus vinos tintos son de graduación y acidez total media aptos para elaborar vinos jóvenes «vinos de cosechero» y para el envejecimiento en barrica.

La Rioja Alavesa abarca territorios al sureste de la provincia vasca de Álava y los enclaves de la Sonsierra y de Briñas en la comunidad autónoma de La Rioja. Sus municipios rebosas historia y vino. Así lo atestiguan sus emblemáticos dólmenes: el de Sotillo, el de San Martín y el de la Huesera en Laguardia. El de la Chabola de la Hechicera y el Encinal en Elvillar. El de los Llanos en Kripan. Los poblados prehistóricos de los Castros de Buradón entre Labastida y Salinillas de Buradón (Sonsierra) y el poblado protohistórico de La Hoya en Laguardia. Otros pueblos no menos históricos e igual de vinateros son Samaniego que es topónimo de fabulista, Leza, Páganos, Villanueva de Álava, Baños del Ebro, Navaridas, Lapuebla de Labarca, Lanciego, Viñaspre, Yécora, Barriobusto, Labranza, Moreda de Álava, Oion, Assa y Laserna, todos ellos alaveses y San Felices en el enclave de la Sonsierra.

Foto propia: Apoloybaco

Actualmente unas 300 bodegas componen esta comarca vitivinícola.  En ella acoge algunos de los proyectos más novedosos y prometedores del panorama vinícola nacional. Jóvenes talentos que, al abrigo de reconocidos proyectos vitícolas, ponen en valor la figura del vitivinicultor con visión personal de la elaboración, atrevidos para elaborar blancos en tierra de tintos, marcas que buscan el equilibrio entre modernidad y tradición y entre fruta y madera en línea con las tendencias, auténticos ejemplos de viticultura sostenible y biodinámica o bodegas que recuperan variedades autóctonas en desuso son algunos de ellos.

El diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco, ha sido el encargado de presentar ante el público asistentes – medios de comunicación bloggeros y prescriptores del vino y la gastronomía –  las potenciales de Rioja Alavesa, además de trasladarles el trabajo que viticultores y bodegas están llevando a cabo desde hace muchos años en pos de alcanzar la excelencia. “Esta comarca reúne todas las características para ser un destino de referencia mundial por su paisaje natural de gran valor, su rico patrimonio histórico y artístico, sus pueblos medievales bien conservados, sus bodegas vanguardistas y centenarias que producen algunos de los mejores vinos del mundo”, ha comentado.

Foto propia: Camila Ferraro (Chef) y Iñaki Suarez (Sumiller)

El evento se celebro en uno de los espacios gastronómicos sevillanos mejor valorados por los especialistas y críticos, así como por el público en general; el Restaurante Sobretablas, uno de los pocos restaurantes sevillanos que cuentan con el Bib Gourmand de la afamada Guía Michelin. Situado en el barrio de El Porvenir y regentado por Camila Ferraro (Chef) y Robert Tetas (Sumiller).

La cocina del Sobretablas preparó un menú especial que realizase la mejor armonía posible con los vinos riojanos-alaveses (dos blancos y dos tintos). Camila y su equipo diseñaron un recorrido culinario por la cocina tradicional con nuevos sabores y nuevas técnicas de elaboración, pero respetando siempre la esencia del producto.

Los vinos fueron presentados por Iñaki Suarez un experto y conocido sumiller, que fue desgranando las características organolépticas de cada vino. Así, para la primera delicia culinaria: langostino con chicharrones y fritos en manitas de cerdo, emulsión de sus cabezas y un toque de pimentón, Iñaki nos presentó el vino blanco joven Ostatu 2022, elaborado con viura y malvasía. Para la segunda consistente en Terrina de codorniz escabechada sobre un crujiente de su piel y pepino encurtido en vinagre de arroz y soja, nos propuso el blanco fermentado en barrica Baigorri 2018, un coupage de viura, malvasía y una pizca de garnacha blanca, con este vino también se marido uno de los platos mas difíciles de armonizar: Alcachofas confitadas y mantequilla, puré de ajos asados y alcachofa con espuma de jamón ibérico.

Foto propia: Equipo de cocina de Sobretablas

A continuación pasamos a los tintos, el primero fue Bellezos. 2020, un monovarietal de garnacha con una producción de tan sólo 560 botellas. Para este vino el equipo de cocina comandado por Camila preparó un canelón de coquelet y trufa; pechuga cocinada a baja temperatura, farsa de los muslos con un velo de portobello y trufa y salsa de foie. Y seguidamente un lomo de corvina sobre salsa de almejas. El segundo vino tinto fue el Lindes de Remilluri reserva 2014, elaborado con tempanillo, graciano, garnacha y un toque de viura. Con este vino de los fogones del Sobretabla salió una paletilla de cordero cocinada a baja temperatura, salsa de trompetas de la muerte, tupinambo y aceitunas negras. Y como broche a esta sinfonía, de colores, aromas y sabores un postre: Bombón de chocolate frito; buñuelo frito relleno de chocolate con leche aromatizado con naranja, chocolate blanco y azahar y grué de cacao.

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