Para este mes de abril, inicio de una nueva estación, la tan halagada y poéticamente fructífera: La Primavera, aunque para algunas zonas del Planeta tan denostada; os queremos recomendar un vino blanco, que se elabora en una denominación de origen gallega; El Ribeiro, una zona que ha florecido en estos últimos años como la primavera, por la exquisitez y calidad de sus vinos, pero que también fue denostada hace alguno tiempo no muy lejano.
Situada al oeste de la provincia de Ourense, en las laderas donde confluyen los ríos Miño, Avia, Arnoia y Barbantiño, se encuentra la denominación de origen Ribeiro. El viñedo se encuentra situado entre los 75 y 400 metros de altitud en valles y laderas.
El suelo tiene un origen principalmente granítico, con presencia de piedras y gravas, es fundamentalmente franco-arenoso, con algunas zonas de sedimentación aluviales, suele ser un suelo acido que es corregido por los viticultores. El clima es de clara influencia atlántica, aunque matizado por las barreras naturales que protegen la zona, convirtiéndolo en un microclima de transición atlántico – mediterráneo, con humedad, pero también con temperaturas templadas, con una pluviometría media de 950 mm.
< Eduardo Peña. 2021; La expresión conjunta de cuatro variedades de uvas autóctonas como la Treixadura, la Godello, la Lado y la Loureira, tienen una gran responsabilidad en la conjunción de la delicadeza y el carácter que tiene este vino, nada que ver con aquellos ribeiros que yo conocí en uno de mis primeros viajes por Galicia, que se servían en tacitas de porcelana, original servicio, pero para un vino acido y aspero. Afortunadamente el vino Ribeiro de estas últimos lustros nada tienen que vr con aquellos vinos.
La Treixadura es una uva autóctona de Galicia, encontrándose en Ribeira Sacra y en Ribeiro. También puede encontrarse en Portugal. De caracteres florales y afrutados, su sabor recuerda manzanas maduras. Con esta uva se obtienen vinos aromáticos con recuerdos frutales a manzana verde y florales, con una alta acidez que dará frescura a los vinos. La Godello, es una casta autóctona ibérica atlántica, de origen desconocido.su marcado aroma y personal paladar le han hecho valedora de un hueco entre las uvas blancas de calidad gallegas. Esta variedad produce vinos con un delicado aroma floral y de frutas maduras. La Lado tiene su territorio en la D.O. Ribeiro. Es una uva tan sutil como escasa. En esta zona los blancos suelen llevar proporciones variables de variedades de calidad con idea de sacar vinos complejos y lleno de matices. Produce vinos blancos ligeros, aromáticos y ácidos. La Lado se emplea para dar a los vinos ligereza, Y la Loureiro, variedad gallega que se caracteriza por redondear los vinos y añadir más complejidad. Es una uva autóctona de Galicia, encontrándose en Ribeira Sacra y en Ribeiro. También puede encontrarse en Portugal. De caracteres florales y afrutados,
Cada una vinificada individualmente, considerando sus distintos ciclos de maduración.. La mano del buen elaborador también tiene su trasfondo, en el delicado trabajo con las lías, la fermentación en barrica de 300 litros y el equilibrado coupage. Con todo ello, Eduardo Peña 2021 es un blanco intenso, con nítidos acentos florales y minerales en su desarrollo aromático, apuntes cítricos y una afilada acidez que contribuye a mantener la tensión y frescura. Blanco versátil en la mesa. Eduardo Peña tiene el mérito de haber conseguido, por dos años consecutivos, el premio al mejor vino blanco, en la cata oficial de la D.O. Ribeiro, en la categoría de colleteiro –que reúne a los viticultores-elaboradores, que producen menos de 60.000 litros al año y sólo con uvas de cosecha propia–, lo cual reconoce la calidad que están alcanzando los vinos de esta bodega, referente en la zona de Castrelo do Miño.
Bodega Eduardo Peña; cuenta con viñedo propio situado en Lugar de Barral – Castrelo do Miño. Es una plantación de 10 ha. en espaldera a doble cordón a 250 m. de altitud en suave pendiente y orientación oeste, en la parte occidental de la provincia de Ourense, marcada por el paso del Miño y sus afluentes. Suelo: Arenoso, pizarra y piedra. En variedades blancas: Treixadura, Albariño, Godello, Lado y Loureira (autóctonas). Variedades tintas: Caiño, Sousón y Brancellao (autóctonas).
Para la construcción de la bodega, la solución propuesta se basa en la idea de ocultar en la medida de lo posible la pieza donde se elaboran los vinos mediante su incorporación al terreno aprovechando el desnivel de la viña. Este hecho tiene la cualidad de preservar la pieza de los cambios de temperatura exterior. El ambiente enterrado permanece a temperatura constante de 14º y 15º en verano o invierno respectivamente. La bodega horada al monte y al final busca el aire con una chimenea vertical, una corriente de aire continua y graduable a voluntad, a través de la construcción bajo el terreno, que evita el uso de medios mecánicos y mantiene unas condiciones óptimas para la elaboración del vino, con la consiguiente optimización energética. Es un acercamiento a la manera tradicional de construir la bodega.