Desde aquella sugestiva Leyenda persa, que nos cuenta que el origen del vino se lo debemos a un ave que allá por el año 4000 a.c. dejo caer unas semillas a los pies del rey y semidios Djemenchi, que de forma inmediata mando plantar y de las cuales surgieron uvas que fueron recolectadas y guardadas en un recipiente, donde fermentaron de forma natural, produciendo un liquido, del que pensaron que era venenoso, y que fue encontrado por una de las esposas del rey, que intentaba suicidarse por despecho. Aunque después de beberlo, fue encontrada bailando y cantando, muy alegremente. Hasta los momentos presentes en el que la fermentación de la uva y la intervención antrópica han conseguido unos «liquidos», estos sí, auténticos elixires de reyes, dioses y por supuesto humanos, han transcurrido muchos años.
Pues la leyenda es una cosa y la ciencia es otra, y está nos dice que los restos de vino mas antiguos, encontrados hasta el momento presente están datados entre el 5400 y 5000 a.c. y fueron hallados dentro de una jarra en el asentamiento neolítico de Hajji-Firuz-Tepe en las montañas de los Zagros, en el norte de Iran. De cualquier manera hay puntos tangenciales entre la historia y la leyenda, como la zona geografica y la antiguedad del origen del vino.
Algunas de estas leyendas y evidencias hitóricas fueron contadas en la extraordinaria cata de vinos sevillanos organizada por Apoloybaco, con la colaboración de la Asociación de Vinos y Licores de la provincia de Sevilla y uno de sus embajadores y reconocido experto, que hizo de conductor de está cata, el amigo Fran León. Ya el lugar de la misma fue de una gran singularidad, el interior del Mercado de Abastos de la calle Feria de Sevilla, en la que la cervecería «Jaleo» nos cedió su espacio gentilmente. Está cata es una de las actividades programadas por Apoloybaco para celebrar su veinte aniversario que se cumplió el pasado mes de octubre de 2021, y un recurso mas para financiar la remodelación de la nueva web, que muy pronto estará a vuestro disposición.
La cata, que completó el aforo del local, 70 socias y socios, estuvo compuesta por seis vinos aportados por Bodegas f. Salado de Umbrete, Bodegas La Margarita de Constantina, Bodega González Palacios de Lebrija, Bodegas Colonias de Galeón de Cazalla de la Sierra y Bodegas Blanco de Estepa. Pues bien, uno de esos vinos es el que os queremos recomendar para este mes de julio, es un vino espumoso elaborado por Bodegas f. Salado de Umbrete (Sevilla).
> Umbretum Reserva Familiar; este espumoso reserva, pionero en su categoría en la comarca del Aljarafe sevillano. El tradicional método Champenoise guía una elaboración esmerada en la que únicamente se emplearon uvas de la variedad autóctona Garrido fino. Una selección de cepas plantadas en las fincas La Serrana, Los Clérigos y Las Yeguas, repartidas entre los términos de Huévar del Aljarafe y Carrión de los Céspedes (Sevilla). El mosto obtenido de las uvas de Garrido fino, casta autóctona de la comarca sevillana del Aljarafe, fue sometido a una elaboración tradicional, según el método Champenoise. Tiene una crianza de 12 meses en botella.
Garrido fino es originaria de la provincias de Sevilla (se cultiva principalmente en el Aljarafe) y Huelva. Racimo de tamaño grande de compacidad media y longitud de pedúnculo corto. La baya es mediana a grande y no uniforme, color de la epidermis verde-amarilla, forma aplastada. De rendimiento medio alto y sensible a la podredumbre del racimo. Da mostos con un grado Baumé medio y acidez también media. Produce vinos ligeramente aromáticos, suaves ligeros y agradables.
Se utiliza mezclada con otras variedades, aunque en algún caso se ha elaborado vino varietal. Produce vinos blancos, espumosos y generosos. Según la Orden APA/1819/2007, de 13 de junio (BOE del día 21), la variedad garrido fino está recomendada en la comunidad autónoma de Andalucía.
Umbretum Reserva familiar; Encontramos un vino de color amarillo pálido con reflejos verdosos, limpio y brillante. Su carbónico, en su caída, encaja perfectamente en la copa, generando unas burbujas finas y persistentes que forman rosarios rectilíneos. En nariz presenta notas varietales de la uva Garrido Fino que recuerdan a pera de agua y manzana amarilla. Sutiles notas cítricas de piel de pomelo, todo envuelto en un fondo de levadura, de pan tostado y bollería, proveniente de su proceso de doble fermentación en botella. Un vino muy sutil pero que presenta sensaciones frescas. En boca es un vino fresco, seco, que entra con ternura, que se abre, que aporta una sapidez en la lengua con notas salinas y con un retronasal cargado de esos aromas varietales que ya teníamos en la fase olfativa: manzana amarilla, manzana verde, pera de agua, notas cítricas y sutiles recuerdos a bollería.
Bodegas f. Salado; Fue fundada en el año 1810 por D. Ramón Salado, es ya una bodega bicentenaria, que van por la sexta generación, ya que desde sus inicios siempre ha permanecido en manos de la familia. Cuentan con unas 70 hectáreas de viñedo propio, distribuidas en tres pagos diferentes; La Serrana, Los Clérigos y Las Yeguas, las variedades predominantes son la Pedro Ximénez y la Garría Fina, también se cultivan la Zalema, la Temprenillo, la Chardonnay, Sauvignon Blanc, Verdejo y Garnacha Blanca. Donde practican una viticultura ecológica, con el objeto de garantizar que sus vinos sean el espejo del carácter singular del Aljarafe sevillano.
Todo ello además con un espíritu innovador, por su puesto combinado en su justa dosis con la tradición vitivinícola de la bodega. Así aparte de su famoso y prestigioso Mosto del Aljarafe y sus vinos generosos, han sido la primera bodega de Sevilla que desde el año 2006 elabora un vino espumoso y la primera bodega de la comarca que ha sacado al mercado un tinto de la variedad tempranillo. Sin duda alguna una bodega en el corazón del Aljarafe sevillano que ha resistido con espíritu numantino los duros envites de la avalancha inmobiliaria que ha sufrido esta comarca y seguro que resistirá como mínimo otros doscientos años más.